Hola “Pastanagas”,

Esto es una variación de una receta que ya tenéis pero la comparto por si queréis ver la variedad de cremas que podemos tomar incorporando la súper chía. En este post me voy a dedicar, sobretodo, a contaros como debéis usarla para que podáis absorber bien todo su potencial.

Ingredientes para 4 personas

500gm de Zanahoria

500ml de agua

30gm de cebolla (opcional)

1 cucharada sopera de Chía

1 diente de ajo

Aceite

Sal

1 o 2 quesitos (Opcional, para los poco amantes de la verdura, es buena forma de que os gusten más, hasta que os acostumbréis y logréis quitarle el lácteo. Como siempre, aconsejo que sea lácteo de origen vegetal para que sea más fácil la digestión).

La preparación aquí siempre es sencilla (por ahora). Empezamos pelando y cortando las zanahorias, así como la cebolla. En 500ml de agua hirviendo, añadimos las verduras, el aceite y la sal al gusto. Calculad unos 15-20 min de cocción. Si dudáis, pinchad la zanahoria con un tenedor; debería poder ser pinchada con facilidad. Mientras las verduras hierven, podéis dejar la chía en remojo en agua tibia. Pasado ese tiempo, veréis que la chía deja salir una gelatina transparente.

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Es en ese momento cuando se convierte en digestiva y podemos asimilar sus múltiples nutrientes. Si os acostumbráis a tenerla en vuestra despensa, os aportará un extra de suplemento a vuestras recetas sin alterar el sabor de las recetas.

Una vez tenemos la verdura hervida y la chía gelatinosa, mezclamos todos los ingredientes. La chía es difícil de escurrir si no tenéis un colador fino, así que no temáis si volcáis toda la chía con el agua en la que la teníais en remojo. Un truco es añadir menos agua para hervir, si no queréis que os quede demasiado líquida la crema.

Con una Turmix o Thermomix, batimos todos los ingredientes juntos y ¡ a comer!