Es una de las consultas más comunes en mi gabinete: ¿qué hago para superar una ruptura sentimental?. Uno podría pensar que se debe a que aun seguimos enamorados del ex, que era todo bondad y amor y por eso no logramos desprendernos de ella. Pero es que, en muchos casos, también ocurre ese apego con ex parejas que sabemos no eran buenas para nosotros. ¿Qué ocurre entonces para no poder dejar atrás a una pareja? ¿Por qué no podemos dejar de pensar en ella?¿por qué no podemos rehacer nuestras vidas o volver a ser los mismos de antes?
Primero debo decirte que los cambios nunca suelen ser fáciles y menos cuando no ha sido elegido por nosotros. Requiere una nueva rutina y, cómo ya sabemos por artículos anteriores, nuestra mente funciona por rutinas. Todo cambio requiere un esfuerzo para nuestra cabeza, es un proceso natural que consta de las siguientes 5 fases:
- Fase de negación. Esta fase se caracteriza por no aceptar la nueva situación y solemos mantener las mismas conductas y hábitos que teníamos antes de la ruptura. Tranquilidad porque esta estapa suele ser corta.
- Fase de Ira. No sé si has oido la expresión “pasar del amor al odio es fácil”. En esta etapa es cuando suele ocurrir que pasamos a culpabilizar al otro por nuestra situación, por nuestro dolor.
- Fase de Negociación. Aquí podemos negociar con nosotros mismos, aceptar la situación y encauzar las cosas hacia una nueva etapa. Si se gestiona mal, la negociación se dirige hacia nuestro ex y solemos intentar volver o mantener esa esperanza del regreso.
- Fase de Depresión. Esta fase aparece la emoción real, la tristeza que nos genera la pérdida. Asumido que hay una ruptura, la emoción fluye y solemos exteriorizar la consecuencia emocional.
- Fase de aceptación. Si hemos gestionado correctamente la emoción, es cuando se iniciará una fase de aceptación, donde comprendemos mental y emocionalmente que se acabó y estaremos listos para seguir adelante, solos o con otra pareja.
Lo que ocurre muchas veces es que pasamos de la fase 4 a la 2, en lugar de seguir hacia la 5. Formamos un bucle por que no queremos aceptar que la relación se ha terminado. Soy consciente, sufro, pero sufro por su culpa. Y muchas veces la falta de comprensión en los motivos, o incluso de nuestros propios sentimientos, lo que hace que culpemos al otro.
La culpa no es más que responsabilidad. A quién le pones el gorro de culpable es quién tiene el poder para solucionar las cosas. Si yo culpo al otro, quiere decir que es el otro quien puede sacarme de esta situación. Me deja a mi sin posibilidad de cambiar nada, porque yo no soy el culpable, yo no tengo el poder de cambiar las cosas. Pero si le quito ese gorro y asumo lo que yo sí puedo hacer, cambiaremos mucho la relación de “poder” sobre nuestro bienestar.
Un ejercicio que te planteo para poder llegar a la fase 5 con más facilidad es el siguiente:
Primera parte. En esta fase del ejercicio quiero que te plantees qué ganas manteniendo el dolor de la situación. Si nos quedamos en modo bucle es porque, generalmente, estamos ganando algo. Sé que cuesta de entender pero siempre ganamos algo, como por ejemplo, seguir unidos a esa persona (aunque sea con el dolor). Sí, somos capaces de eso, y es fundamental ser honestos con nosotros mismos y escuchar porque no estamos queriendo salir de ahí. Motivos puede haber muchos, así que escúchate y escribe todos los argumentos que se te ocurran.
Segunda fase. Quiero que le des las Gracias a tu ex por todas las cosas que te haya podido aportar, escribiéndolo en un papel. Dando las gracias estamos cerrando el círculo de forma positiva. Nos despedimos construyendo positivamente. Este suele ser el ejercicio más difícil. No tengas miedo a las emociones que puedan salir aquí, llora todo lo que necesites llorar con esto. Una vez le hayas dado las gracias, deshazte del papel. Haz este ejercicio tantas veces como necesites, hasta que sientas que te has desprendido de la emoción y has llegado a la fase 5.
No dudes en escribirme y contarme cómo te va.